Posts del octubre, 2016

Yenni Nayid Santamaría

“Los profesores tienen un nivel increíble”

Decidida por mejorar sus conocimientos y adquirir experiencia sobre la minería en Chile, la estudiante colombiana participa de intercambio en la Universidad Santa María, institución donde además prepara su examen de grado sobre el mejoramiento de la etapa de control químico en la biolixiviación de sulfuros secundarios de cobre.

¿Cómo ha sido tu experiencia estudiando en Chile?

Yo estudio ingeniería en metalúrgica y me vine a estudiar a Chile ya que quería aprender todo lo relacionado con el cobre, y hacer mi proyecto de grado relacionado con este elemento. Para mí, con mis 22 años, todo ha sido nuevo. Ha sido genial vivir al lado de mar, pues en Colombia vivo en una región de montañas

¿Qué ha significado para ti estudiar en una de las mejores universidades de Chile y con alto prestigio en la región?

La experiencia en la universidad ha sido muy buena, sobre todo disfruto mucho las ayudantías, creo que ese complemento es muy bueno para uno como estudiante. Los profesores también tienen un nivel increíble.

¿Qué es lo que más te sorprendió de la minería en Chile?

Muchas cosas me han sorprendido. Por ejemplo, a mí me gusta mucho el cuidado del medio ambiente. Mi proyecto está relacionado con eso. Yo soy campesina, entonces uno crece y aprende a valorar todo eso; por eso lo que más me ha llamado la atención es que en Chile se está llegando a una minería responsable. De hecho, en muchas mineras se está implementando biotecnología, lo cual es muy importante para nosotros como ingenieros.

¿Qué le dirías a otros estudiantes internacionales sobre la experiencia de venir a estudiar a Chile?

Yo definitivamente le diría a otros estudiantes que se vengan y que aprendan acá, porque lógicamente es mejor para uno aprender con los que tienen experiencia en los trabajos. Además, todo eso le ayuda a uno como ingeniero a crecer; aparte en Colombia no hay mucho cobre, sino que tenemos más minerales, por lo tanto uno puede hacer la analogía entre los minerales de acá y los minerales de Colombia y ver qué procesos podría implementar allá para hacer una mejora en los procesos de superación de elementos.

Sharon Viscardi: “En Chile siempre me sentí más en casa que en mi casa”

Enamorado de Chile, Sharon Viscardi, la primera graduada italiana en Chile del “Joint International Doctorate in Environmental Resources” de la Universidad de La Frontera, mezcla “ciencia, cocina y tecnología” para emprender en el sur de Chile.

Sharon Viscardi, microbióloga proveniente de Italia, llegó a Chile a realizar un doctorado en Ciencias de Recursos Naturales entre la Universidad Federico II de Napoli y la Universidad de la Frontera. Sus estudios en el extranjero no sólo la llevaron a quedarse dos años en nuestro país, sino que la animaron a tomar la decisión de encontrar su lugar en el mundo al sur de Chile. El agrado por el área académica en que se desempeña Sharon no fue la única gran razón que la llevó a quedarse; el amor también la encontró en la parte más austral del mundo y se quedó en la vida de esta italiana.

Viniste hacer un doctorado a Chile de solo tres meses, sin embargo decidiste extenderlo e incluso quedarte a vivir en Chile. ¿Qué te motivó a tomar esta decisión?

Tenía la obligación de estar en pasantía un mínimo de tres meses en la UFRO, pero luego decidí quedarme dos meses más porque sentí que tenía que darme un tiempo sola y aprovechar esta experiencia sin la compañía de mis otros cinco compañeros italianos con quienes llegué en un comienzo. Incluso luego, cuando volví a mi ciudad en Italia por un mes, todo me agotaba, el taco, los transportes. Por eso yo no puedo decir que me adapté, la verdad es que siempre me encontré más en casa que en mi propia casa.

¿De qué se trata el doctorado en Ciencias de Recursos Naturales?

El doctorado de Ciencias de Recursos Naturales consiste en aprovechar de manera tecnológica los recursos naturales. En mi caso específico, al ser microbióloga, mi estudio consistió en “aprovecharse” de cepas bacterianas nativas y ocuparlas como biofertilizante, creando una alternativa a los químicos. Esta es mi línea de investigación, mientras que en Europa trabajé con cepas útiles para ayudar al tomate a combatir la sequía del lugar. En Chile trabajé con cepas tolerantes al aluminio y solubilizadoras de fósforo, en suelo Andisol con Lolium perenne.

¿Con qué equipo trabajaste mientras hiciste tu doctorado?

Trabajé con la Dra. María de la Luz Mora, directora de BIOREN-UFRO en el laboratorio de Biotecnología en Recursos Naturales, con el profesor Mirko Jorquera como responsable, y con la Dra. Paola Durán como cotutora de mi tesis. Fue genial, era un equipo muy dinámico, multidisciplinar y proactivo.

Y al parecer encontraste un amor chileno ¡Y te casaste!

Al principio éramos amigos y colegas de doctorado, él es biotecnólogo y yo bióloga. Cuando volví a Chile empezamos a compartir gastos de arriendo y de ahí pasamos de ser amigos a ser convivientes, después ya éramos más que amigos.

¿Ahora se encuentran trabajando en varios proyectos juntos?

Sí. Con Luis, mi pareja, sentimos que teníamos que tener proyectos más personales e individuales, así que primero empezamos con una PIME de cocina napolitana adaptada a Chile, compartiendo ahora dos tipos de amor: la cocina y la ciencia. Y después empezamos con el emprendimiento familiar, tenemos una pizzería Fonchopizza en Padre las Casas, donde vivimos. Y de ahí surgieron un montón de otras ideas relacionadas con la ciencia, la cocina y la tecnología. Lo entretenido es que la gente empieza a conocer las recetas de mi abuelita y empieza a entender cómo un biotecnólogo puede aportar a la tecnología de la fermentación natural de la masa. Todo es ciencia.

¿Y cómo es eso posible?

Bueno, estudiando y conociendo los grupos microbianos responsables del proceso tecnológico de fermentación, y variando los parámetros de proceso: fuentes de nutrientes, temperatura, humedad, agitación, etc.

¿Y tienen otros proyectos juntos?

Te cuento que nos ganamos dos proyectos CORFO Regionales de Apoyo al Emprendimiento. Ahora vamos por la segunda etapa con los dedos cruzados. El que tenemos con Luis es de alimentos fusionados, o sea alimentos que aparte de la materia prima regional de calidad, tendrá un valor adicional conectado a las capacidades científicas.