Chile se ha caracterizado por afrontar con una actitud resiliente crisis y catástrofes naturales, sobre todo, anteponiendo la solidaridad para resolución de problemas. Así es como, en el caso de la pandemia, las instituciones de educación superior han puesto a disposición su conocimiento y servicios para generar soluciones de prevención, investigación científica y servicios de laboratorio que permitan paliar los efectos del COVID-19 en la sociedad chilena.
De norte a sur del país, se han elevado propuestas que ya están ejecutándose; desde mascarillas y escudos faciales hasta la puesta a disposición de sus laboratorios y desarrollo científico para encontrar la cura o medicamentos paliativos del COVID-19. Asimismo, la comunidad universitaria (tanto de estudiantes como de egresados) ha sido convocada y está apoyando desde sus hogares en actividades legales, psicológicas, educacionales, preventivas y de desarrollo de ideas.
Esta es la colaboración que están prestando algunas de las IES pertenecientes a Learn Chile:
Desde la segunda quincena de marzo, académicos de la carrera de Diseño de la PUCV, en conjunto con Roland Finster, ingeniero experto en plásticos del FabLab Olmué, inició un proyecto de diseño y producción de escudos faciales en 3D, logrando reducir el tiempo de elaboración de 45 minutos a 45 segundos por unidad.
En esta misma línea Valparaíso Makerspace (espacio de experimentación y prototipado de la PUCV) se adjudicó fondos para el rediseño, testeo, validación y fabricación de protectores faciales impresos con tecnología 3D, que serán donados a distintas instituciones de salud pública de la Región de Valparaíso.
Además, la Facultad de Ciencias de la PUCV creó un espacio para aclarar las dudas acerca de toda la información que circula en las redes sociales sobre la pandemia, de manera que puedan realizar recibir información directamente de un científico.
Con la colaboración de la UFRO, la Región de la Araucanía logró duplicar la capacidad diagnóstica de la región, a través de dos laboratorios que se encuentran con esta misión desde el 16 de abril, aportando 250 diagnósticos diarios.
Además, la universidad ha puesto a disposición del servicio hospitalario parte de su infraestructura y está aportando con la fabricación de protectores faciales en impresoras 3D, apoyo profesional y en equipamiento para la detección del COVID-19, así como en evidenciar la trazabilidad y aportar con conocimientos a la toma de decisiones.
Por su parte, un importante voluntariado de estudiantes está colaborando en atención clínica.
Un grupo de académicos y funcionarios de la ULS organizó la iniciativa C19-ULS-3D+, que activó una cadena solidaria permitiendo fabricar escudos faciales para el personal de salud de la Región de Coquimbo.
A esta iniciativa se sumó una campaña de voluntarios de las facultades de Ciencia y de Ingeniería que, en 14 días, fabricaron 600 escudos faciales que fueron entregados en instituciones de salud pública en comunas de La Serena, Coquimbo, Ovalle, Andacollo, Monte Patria y Combarbalá.
Por otro lado, puso en marcha la campaña comunicacional #QuedateEnCasa #VuelveALeer, que busca convertir el tiempo de cuarentena preventiva en un espacio para fomentar la lectura de obras clásicas o contemporáneas, de la literatura universal y chilena.
Esta institución desde mediados de marzo puso a disposición de la autoridad regional los recursos universitarios necesarios para combatir la pandemia. Primero fue el edificio del Centro Asistencial Docente y de Investigación (CADI-UMAG) que, desde el 30 de marzo, funciona como el laboratorio de diagnóstico del Covid-19 a nivel regional. Luego se sumaron los departamentos de Ingeniería en Computación y Terapia Ocupacional que convocaron a sus docentes y estudiantes para fabricar insumos de protección al personal de salud. Recientemente, la institución traspasó el primer recinto externo al campus central, en caso de una eventual demanda hospitalaria.
La Universidad de Santiago también se sumó al apoyo brindado a los municipios y desarrolló un sondeo que tiene por objetivo que los vecinos proporcionen, voluntaria y diariamente, información sobre su condición de salud a los alcaldes de sus comunas. Esto permitirá que los ediles tomen decisiones más efectivas para evitar la propagación de la pandemia.
Por otro lado, los Departamentos de Ingeniería Eléctrica, Ingeniería Mecánica y la Facultad de Ciencias Médicas de esta universidad, han desarrollado un proyecto para reconvertir equipos médicos en ventiladores mecánicos de alta complejidad. La iniciativa, que ya se puso a disposición del gobierno de Chile, permitiría la adaptación de mil equipos respiratorios CPAP que actualmente se encuentran disponibles en el sistema de salud. La Casa de Estudios estima una capacidad de reconversión de hasta 300 dispositivos mensuales.
El Centro de Diagnóstico e Investigación de Enfermedades Infecciosas de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso está procesando 700 exámenes a la semana de pacientes sospechosos de estar infectados con Covid-19 (unos 3.000 al mes).
Además, esta universidad desarrolló un software que permite localizar a las personas con sospecha o diagnóstico de coronavirus en el territorio, combinando distintas capas de información sanitaria y socioeconómica de los pacientes. El Sistema de Información de Salud Territorial para el Adulto Mayor (Sistam) es un software pionero en Chile, diseñado por el Centro Gerópolis de la UV y se implementa en doce centros de salud familiar de Valparaíso.
Por otro lado, esta universidad integra la primera red internacional que genera evidencia de alta calidad sobre Covid-19. Cuatro docentes y ocho residentes e internos del CIESAL de la Facultad de Medicina evalúan y sintetizan información a diario sobre la enfermedad.
La UV también ha puesto a disposición un servicio de consultas telefónicas odontológicas gratuito y ha producido y está liderando una campaña para entregar 10 mil escudos faciales a los hospitales de Valparaíso, en alianza con la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y la Universidad Técnica Federico Santa María, entre otras instituciones.
La Facultad de Ciencias de la UBB puso a disposición de la comunidad del Ñuble un Termociclador PCR en tiempo real, a través del cual el hospital regional logrará duplicar la cantidad de exámenes diagnósticos de COVID-19. Este instrumental de última generación es parte del Laboratorio en Genómica y Biodiversidad de la universidad. Por otro lado, entregó el equipamiento necesario para habilitar una estación de trabajo para la extracción de muestras.
Algunas de las iniciativas que está desarrollando la UTFSM es la fabricación de protectores faciales, ventiladores mecánicos y un monitoreo ambiental que se hará al inicio del invierno para determinar el impacto de la contaminación atmosférica en la expansión de la enfermedad.
Además, la UTFSM ha entregado ayuda en: la elaboración de escudos faciales mediante un sistema de inyección de plástico que permite agilizar su producción, el diseño de una tórula que se puede desarrollar en Chile para realizar exámenes de COVID-19 y la creación de un prototipo de caja de aislamiento para ofrecer mayor seguridad al personal en el proceso de intubación endotraqueal en pacientes críticos.
La Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), mediante su Programa de Prospectiva e Innovación Tecnológica, ProteinLab, el Programa de Institucional de Innovación, Innova UTEM e Ingeniería 2030 UTEM, se propuso fabricar pantallas de protección facial para el personal médico y de atención al público en hospitales y centros de salud. El compromiso fue aportar con 3 mil protectores faciales.
Apoyo a estudiantes
La reacción de las IES frente a la pandemia ha sido rápida; han puesto a disposición los saberes de sus académicos para generar cápsulas informativas, columnas de opinión, aportando consejos y recomendaciones para afrontar la situación que se vive a nivel mundial.
Pero, además, y más allá de la contribución que están haciendo a la sociedad en su conjunto, han logrado proteger y garantizar la continuidad de la formación académica del estudiantado a través de protocolos y la aplicación de sistemas de enseñanza virtual.
La mayoría de las instituciones están entregando becas de conectividad y chips telefónicos para que sus estudiantes puedan seguir formándose en línea. Algunas incluso han provisto a parte del estudiantado de computadores en los casos que ha sido necesario. También se están implementando programas de apoyo para acceder a las clases online.