Reinventarse y afrontar los desafíos de la internacionalización

Roberto Lafontaine Infante
Director de Proyectos Internacionales, Santo Tomás Educación Superior.

10 agosto, 2020

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La internacionalización de las instituciones de educación superior se ha desarrollado en los últimos años basada en el intercambio académico de estudiantes y académicos y, también, en la internacionalización del currículum y dobles grados y titulaciones. No obstante, todo esto se ha visto trastocado con la pandemia que estamos viviendo. Los alumnos y profesores no han podido viajar a otros países y asistir a clases, seminarios, congresos y reuniones presenciales en instituciones extranjeras. Las acciones tradicionales de movilidad e intercambio académico internacional han tenido que reinventarse y encontrar soluciones rápidas y válidas para enfrentar este desafío.

La internacionalización virtual nació como una solución lógica a esta problemática, ya que permite que alumnos puedan acceder a cursos online de universidades extranjeras e interactuar con otros estudiantes de una universidad, sin dejar su país de origen. Si bien esto no reemplaza la necesaria interacción cultural entre alumnos y la experiencia de vivir en otra cultura, posibilita que aquellos que hasta ahora no han tenido los medios económicos para viajar al extranjero a un semestre o un año de intercambio, puedan tener la posibilidad de acceder a una movilidad virtual y a una interacción online.

Esto ha permitido una verdadera democratización del intercambio estudiantil, hasta ahora reservado sólo a aquellos alumnos de educación superior con recursos económicos suficientes como para viajar y mantenerse en el extranjero un semestre o un año, y aquellos que obtenían becas de instituciones públicas y privadas.

Pero no sólo las posibilidades que se abren son para los alumnos, también los profesores de pueden tener la posibilidad de dictar clases online con pares extranjeros y sumar una valiosa interacción de aprendizaje virtual para sus alumnos. Lo que se denomina en inglés Collaborative Online International Learning (COIL), o Aprendizaje Colaborativo Internacional Online, permite que la enseñanza en distintas áreas y especialidades pueda ser compartida entre docentes de diferentes países e instituciones y los alumnos se vean beneficiados con un conocimiento más amplio y diverso.

Por otra parte, el hecho de que los innumerables webinars en distintas áreas del conocimiento, estén permitiendo que profesionales y expertos de distintas partes del mundo se unan virtualmente para compartir con un público, también internacional, sus ideas y conocimientos, generando una rica interacción inmediata de los participantes, ha sido una verdadera revolución en cercanía y costos. Cuando empezó esta pandemia, no imaginamos la cantidad de conocimiento que se iba a empezar a compartir y a crear a través de las plataformas virtuales. Nuestros miedos de perder los acercamientos y la interacción entre instituciones y académicos, nos llevó a generar acciones que dieron un vuelco a lo que hasta ese entonces era considerado cómo lo que se podía hacer en esta área.

En consecuencia, las instituciones de educación superior deben aprovechar esta etapa de dificultades que nos ha puesto la pandemia para reinventarse y afrontar los desafíos de la internacionalización con nuevas miradas y objetivos, que tiendan a masificar las posibilidades de acceso a este indispensable proceso de intercambio de conocimientos y cultura en la educación de sus alumnos. Los actuales medios de comunicación e interacción virtuales nos están acercando cada vez más a un necesario mejor acceso a la internacionalización a nuestros alumnos y profesores.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de Learn Chile.