Universidades chilenas otorgan becas de conectividad para optimizar las clases online

9 junio, 2020

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A pesar del contexto de pandemia, que ha obligado a las universidades e institutos técnico-profesionales de Chile a suspender las clases presenciales, el desarrollo de los contenidos sigue su curso a través de la modalidad virtual y el año académico de la educación superior sigue su ritmo. En gran parte, esto se debió a la rápida reacción de las instituciones que no sólo saltaron a las plataformas virtuales para adaptarlas como salas de clase, sino también a las facilidades que se les otorgaron a los estudiantes que requirieron de apoyo tecnológico.

Una de las soluciones más tangibles fueron las becas de conectividad, que dieron la posibilidad a quienes no la tenían, de acceder a planes de datos de internet o, incluso, a notebooks o routers para poder seguir estudiando desde sus hogares. Entre 1.500 y 3.000 alumnos de las instituciones que integran Learn Chile, se vieron beneficiados con becas de conectividad.

Por otro lado, Banco Santander convirtió su programa de becas de movilidad a becas de conectividad y otorgó 10 mil de éstas a las universidades o institutos con los que mantiene convenio actualmente. De ellos, 20 instituciones pertenecen a nuestra red.

Este plan además estuvo acompañado por la optimización del funcionamiento de las redes sociales de las casas de estudio, como uno de los principales canales de comunicación, así como de los medios internos de difusión de información como, por ejemplo, la entrega de certificados en línea.

Acortando las distancias

“Continuaremos realizando actividades stream/live para la comunidad, pero también estamos levantando información relevante del comportamiento en cuarentena, para reorientar nuestros servicios ante las necesidades de apoyo estudiantil que se han generado por esta emergencia”, comentaron desde la Universidad de Santiago.

Uno de los beneficiarios, Luis Aravena, alumno de la carrera Contador Auditor del Instituto Profesional Santo Tomás Osorno, señaló: “Fue una gran ayuda porque para acceder a las clases virtuales lo hacía desde mi celular y era un poco más complicado. Ahora que tengo el computador puedo bajar y guardar los archivos que envían los profesores y trabajar a la par con ellos”.

En la zona más austral de Chile, en la Universidad de Magallanes, la planificación original sigue su curso, reemplazándose las clases presenciales a interacciones online mediante dos vías: clases en vivo y cápsulas de video, donde el académico o académica responsable de la unidad graba o narra contenidos que llevan a actividades específicas según los objetivos del programa.

Aquí testimonios de estudiantes de la Universidad de La Serena:

De igual manera, las universidades han virtualizado y han abierto a la comunidad sus actividades culturales, museos, salas de eventos y charlas para poder continuar con las labores de extensión que realizan habitualmente. Puedes recorrer sus sitios desde aquí.