Todos y todas hemos sentido frustración alguna vez o varias veces en nuestra vida al vernos enfrentados a ciertas situaciones. La sensación de angustia, que se refleja en una especie de nudo en la garganta nos invade junto a sensación de impotencia al vernos amarrados de manos o limitados para cambiar la situación.
¿Qué es?
La frustración puede aparecer en cualquier momento y ante cualquier situación. Desde tu hogar, universidad, en el trabajo, etc. Quizás una discusión, no comprender una materia, la presión de un examen, entre otras experiencias pueden generar esta sensación en nosotros/as
A continuación, te dejamos 3 pasos para que manejes la frustración:
- Reconoce tu frustración
Un paso muy importante es reconocer que nos sentimos frustrados ante algo o alguien. El hecho de aceptar esta sensación permitirá que nos podamos entender a nosotros mismos. ¿Por qué estoy reaccionando así? ¿Tanto me molesta?
Esta reflexión no te transformará en alguien débil, al contrario, te ayudará a pensar y manejar de una forma inteligente tus emociones.
- Cree en ti
Frustrarnos nos puede llevar a desconfiar de nosotros. Sin embargo, el segundo paso que debes cumplir cuando te comience a invadir esta sensación es autoconvencerte y entender que eres capaz de todo.
Creer en ti, en tu potencial y en tus capacidades es muy importante para enfrentarte a las situaciones que te pueden llevar a la frustración. Quizás hoy tus planes no resultaron como esperabas, pero eso es parte de ser humano y mañana te puede resultar todo mucho mejor, porque eres totalmente capaz.
- Medita
Respira, desconéctate del mundo y conecta contigo. Cuestiona tus emociones y reacciones, libérate y olvida las malas sensaciones.
Es muy importante aprender a dejar ir las situaciones que nos generan frustración. Una forma de liberarnos de esta carga es la meditación. Si lo prefieres, puedes realizar cualquier tipo de actividad que te relaje y despeje tu mente, que se enfoque en ti y en tu amor propio.